Los perfumes mejoran la confianza interior, lo que es esencial para lograr el éxito personal. Cuando una persona huele rico, es agradable conversar y acercarse a ella. En cambio, si su aroma no es agradable, la gente tiende a alejarse.

Diferentes estudios demuestran que los aromas pueden estimularnos o tranquilizarnos, fomentar el buen humor o la apatía, llevarnos a tener recuerdos positivos o negativos… e incluso inducirnos a un sueño dulce y reparador. El poder de evocación que tiene el olfato es extraordinario.